“Los corredores de transporte son un componente distintivo en cómo el tráfico humano opera en Canadá, sin embargo, no son la única pieza del rompecabezas. No todos los que han sido víctimas de tráfico humano han pasado por estos corredores, y para quienes sí lo han vivido, ésta pudo haber sido solo una parte de la experiencia”.
Esta es una de las conclusiones que presenta en su reporte más reciente el Centro Canadiense para Acabar con el Tráfico Humano, en el cual se da un panorama de cómo este delito está presente en Canadá, cuáles son las estrategias que utilizan las organizaciones criminales y quiénes son las víctimas.
En 2005, Canadá aprobó leyes que prohíben el tráfico humano, no obstante los criminales siguen obteniendo grandes ganancias por explotar personas en todo el país. Entre 2009 y 2018, las diferentes policías regionales reportaron 1708 incidentes vinculados a este delito, pero el organismo advierte que estos números solo representan situaciones en las que los cuerpos policiales intervinieron, lo que sugiere que el número de víctimas es mucho más elevado.
¿Cómo funcionan los corredores de transporte?
De acuerdo con el reporte, que destaca que el grueso de las personas explotadas son niñas y mujeres, las organizaciones criminales mueven constantemente a las víctimas de ciudad en ciudad, lo que las mantiene confundidas y las obliga a confiar en éstas.
Los criminales utilizan, generalmente, autos para trasladar a las víctimas. La mayoría de los carros son alquilados.
“Los traficantes utilizan varios carros en varias etapas de un corredor para hacer que la identificación sea más difícil. Rentar vehículos con identificación falsa hace que todo sea más complicado para las fuerzas de orden público a la hora de rastrear los movimientos y las acciones de los traficantes”, se lee en el estudio.
Además, los criminales realizan estadías cortas con las víctimas, lo que hace incluso más difícil la detección.
“Mientras más corto es el tiempo que pasan en cada ciudad, mejor para los traficantes. A la policía le toma tiempo el establecer una investigación. Si víctimas y traficantes están solo por pocos días, es más difícil rastrearlos”, se explica en el reporte.
Uno de los corredores más utilizados por los traficantes es la autopista 401, que tiene diferentes ramificaciones que llevan a áreas urbanas a lo largo de su ruta, entre Montreal y Windsor.
En el caso de Alberta, los traficantes utilizan los corredores que conectan las áreas urbanas con los campos de trabajo tanto en Fort McMurray, como en Grande Prairie.
Mientras que la autopista TransCanada permite a los traficantes conectarse con todas los destinos en todas las provincias canadienses.
La mayoría de las víctimas de tráfico humano en Canadá son mujeres y niñas, de acuerdo con datos del Centro Canadiense para Acabar con el Tráfico Humano. Foto: iStock.
También por avión
Si bien el auto es el vehículo de transporte más utilizado por los traficantes, el reporte señala que las víctimas también suelen ser movilizadas en avión.
“Los cuerpos de seguridad reportaron específicamente que habían registrado tráfico de víctimas por avión entre Montreal y Calgary”.
¿Qué hacen las víctimas?
El organismo ha identificado dos vertientes para las víctimas de tráfico humano: tráfico sexual y tráfico laboral.
Quienes caen víctimas de tráfico sexual terminan prestando servicios de acompañamiento, masajes ilícitos, en pornografía e incluso prestados servicios sexuales remotos.
En la otra vertiente, las víctimas de tráfico laboral terminan haciendo trabajo doméstico, en el sector de agricultura y construcción, servicios de limpieza e incluso en restaurantes y servicios alimentarios.
¿Quiénes son los traficantes?
Según los que respondieron para realizar el estudio, en su mayoría representantes de las fuerzas de orden público, el grueso de los traficantes son hombres. Sin embargo, algunos reconocieron que habían trabajado con víctimas y sobrevivientes que habían sido víctimas de mujeres. Los participantes no identificaron ni edad promedio ni grupo étnico entre los traficantes.
Eso sí, la característica más común entre quienes realizan este delito es que son capaces de manipular la vulnerabilidad de las otras personas en pro de su beneficio.
¿Por qué no escapan?
En el reporte, los especialistas se plantean por qué las víctimas de tráfico humano no escapan de sus victimarios, considerando que no están encerradas o controladas. “Escapar de los traficantes puede representar un reto psicológico y emocional, así como físicamente peligroso. Los traficantes establecen lazos a partir de traumas con las víctimas que están explotando para crear una sensación de dependencia y aislamiento. Controlar a sus víctimas es necesario para seguir explotándolas”.
Sugerencias
El Centro Canadiense para Acabar con el Tráfico Humano propone a los diferentes entes que intervienen en la prevención y la atención de esta realidad una mayor inversión que permita crear un trabajo entre los diferentes cuerpos de seguridad municipales y provinciales. Esto es algo que ya se ha venido haciendo entre Quebec y Ontario, por ejemplo, y el centro considera la iniciativa como promisoria.
Asimismo, el organismo sugiere que sean exploradas algunas formas de aumentar las tasas de enjuiciamiento haciendo el proceso menos traumatizante para los supervivientes, así como invertir en la construcción de una red adecuada y sostenible de servicios comunitarios en todo el país, para proporcionar apoyo oportuno y eficaz para los sobrevivientes a lo largo de su proceso de curación.
Para realizar el reporte, el Centro Canadiense para Acabar con el Tráfico Humano entrevistó a 20 representantes de cuerpos de seguridad de 20 jurisdicciones en Canadá. La mayoría de estos pertenecen a cuerpos municipales, pero 25% de los encuestados fueron de la Policía Montada de Canadá.
RCI con información del Centro Canadiense para Acabar con el Tráfico Humano
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